El consumo de mercado de aplicaciones móviles continúa fortaleciéndose. Según estadísticas recientes, se descargaron 2.600 millones de aplicaciones de las dos principales tiendas, Apple y Android, en octubre de 2011 y, para diciembre de este año, la predicción asciende a 3.000 millones de descargas por mes. La revolución continúa en todos los principales hitos móviles, incluida la cantidad de aplicaciones disponibles actualmente. Las manzanas representan más de 500.000 con Android cerrando rápidamente la brecha en 350.000.
Para las empresas que ya están comprometidas con el medio digital y las que están en la valla, este apetito insaciable brinda muchas oportunidades. Con analistas y expertos que anticipan la demanda continua de teléfonos inteligentes y tabletas, el medio digital representa una nueva frontera para monetizar y fomentar las relaciones con los clientes. Al mismo tiempo, la frenética carrera para ingresar al mercado de las aplicaciones móviles trae consigo desafíos. Si bien el ritmo de las descargas sorprende, la cantidad de aplicaciones eliminadas de teléfonos inteligentes y tabletas es aún más sorprendente. Sí, la retención después del primer mes de uso puede ser desalentadora para muchas aplicaciones, pero para aquellas que sobreviven, la participación del cliente se dispara.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre aplicaciones retenidas y descartadas? En pocas palabras, la calidad importa.
La primera mitad de la ecuación de la calidad es el contenido. El contenido digital debe ser significativo y útil para cumplir con las altas expectativas de los usuarios expertos de la aplicación o seguirán adelante. Si la información de la aplicación se transmite de manera deficiente o no cumple con su promesa de entregar información de manera más fácil y atractiva que la que se puede encontrar en otros lugares, la aplicación tiene pocas posibilidades de sobrevivir.
La otra mitad de la ecuación es la tecnología utilizada para crear, implementar y respaldar desarrollo de aplicaciones móviles. En esta vertical dinámica, la tecnología debe ser verdaderamente probada y probada. A diferencia de la creación de sitios web, la tecnología de aplicaciones móviles debe hablar simultáneamente varios idiomas de cable y operar en cuatro plataformas operativas diferentes. Compare eso con el desarrollo en la Web mundial, donde hay un idioma universal en una plataforma. Otro componente clave es que la tecnología debe tener la capacidad de evolucionar ya que constantemente se desarrollan nuevas características y funcionalidades. Además, existe el requisito de pruebas futuras dado que se produce un cambio significativo de hardware y / o sistema operativo en el mercado de teléfonos inteligentes y tabletas cada 90 días. Aquí hay otra forma de verlo. El resultado de usar la tecnología incorrecta es que, a pesar de la calidad y el contenido atractivo que se incluye en la aplicación móvil, si se rompe una vez o funciona mal, se descartará.
La vertical de aplicaciones móviles aún está en pañales, por lo que encontrar la fórmula adecuada para convertirse en una parte importante de la experiencia del usuario final es parte del viaje. Afortunadamente, hay algunos que ya dominan la fórmula y, debido a la competencia cada vez mayor, las aplicaciones de calidad eventualmente se convertirán en la norma.